
La semana pasada, la redacción de la revista
Women Health nos invitó a participar en su sección de salud: «Consulta a WH». El equipo nos comunicó que reciben a menudo la pregunta:
Mis rodillas crujen cuando me agacho ¿Debería preocuparme?, así que nos pidieron
una respuesta profesional a la pregunta. Es una situación cotidiana, sin embargo, también es verdad que genera cierta incertidumbre en mucha gente. A continuación os voy a dar una explicación a este singular fenómeno. Generalmente este ‘clic’ que hace la rodilla se trata de un rozamiento excesivo de la articulación femoro-patelar, entre los cartílagos que hay en el hueso de la rótula y el fémur. Dicho de forma general, este funcionamiento irregular significa el inicio inevitable de
la artrosis.
¿Qué tratamiento es recomendable?
El principal tratamiento es «
estabilizar la rodilla». En
ReSport Clinic nos gusta mucho este término, porque nos ofrece una visión clara de que lo que hay que hacer, lo cual significa realizar un
tratamiento médico, fisioterápico y rehabilitador. Un trabajo completo para conseguir que la musculatura de la pierna esté con una condición suficientemente buena para hacer que la rótula no «baile» demasiado, y por lo tanto, que sea posible minimizar el rozamiento entre los dos cartílagos. Empezamos con fisioterapia para
reducir el dolor y ganar elasticidad, después proseguimos con ejercicios específicos de alto rendimiento que nos permitan
ganar musculatura sin hacer daño al cartílago. Es igual de importante hacer los ejercicios que no pasarse con su intensidad, pues haríamos aún más daño. Si todo este trabajo no es suficiente, entonces optamos por un plan B; que consiste en utilizar el tratamiento mediante la infiltración de
Plasma Rico en Plaquetas (PRP), que se conoce comúnmente como los
Factores de Crecimiento, y de
ácido hialurónico. Ambos tratamientos (biológicos) mejoran el estado del líquido articular que disminuye el dolor en la rodilla, permitiéndonos realizar el trabajo de estabilización correctamente. Siempre que el cuerpo tiene un dolor debemos interpretarlo como una señal de alarma, es evidente que algo no está funcionando de forma correcta. No hay que asustarse, pero sí hay que poner la atención necesaria y consultar a un especialista en traumatología deportiva que podrá encaminar al paciente hacia un tratamiento efectivo, como el que hemos comentado antes. ¡Nos leemos muy pronto! [e]